Aguas cálidas y las mejores olas en el norte peruano
Mancora |
Con más de tres mil kilómetros de costas sobre el Pacífico, Perú es un país que vive intensamente el océano, con muchas de sus principales ciudades ubicadas sobre la costa. La gran variedad y calidad de balnearios peruanos invita además a afinar un poco la mirada, enfocando una región que sobresale del resto: el extremo norte, sobre la frontera con Ecuador, en las provincias de Tumbes y Piura, donde se puede acceder a pequeñas playas agrestes con codiciadas olas, a destinos atrapantes como Máncora y Zorritos, o a la impactante diversidad de reservas naturales.
La región contiene, además de playas, quebradas, manglares, reservas naturales, baños termales y hasta el desierto más grande de Perú. Posee también dos típicos paisajes de la región, el bosque seco ecuatorial (Parque Nacional Cerros de Amotape) y el bosque tropical del Pacífico (Zona Reservada de Tumbes). De hecho, más del 30% de este territorio ha sido declarado Área Natural Protegida.
Tumbes
Las actividades que se destacan en Tumbes y Piura son la pesca y el surf, así como el windsurf y el body board, entre otros deportes acuáticos. Veamos un panorama de norte a sur de los principales destinos turísticos del norte peruano, donde sobresalen las playas de Máncora, Punta Sal, Órganos y Zorritos.
Ubicada a 1.270 kilómetros de Lima, Tumbes es la ciudad principal del departamento homónimo. Hasta allí llegó Francisco Pizarro en 1528, durante la sangrienta conquista del Imperio de Inca. Para los turistas que llegan hoy en día, se trata de una región beneficiada por playas de arena fina, palmeras altas y rojísimas langostas que los pescadores llevan a la costa en balsas de palos y vela. La proximidad a la línea ecuatorial hace de estas playas un lugar ideal para la práctica de surf, buceo, pesca o simplemente para los veraneantes en busca del sol y el calor.
Puerto Pizarro es una playa que se encuentra a 13 kilómetros de Tumbes, con aguas cálidas, tranquilas y poco profundas. Es apropiada para la práctica de deportes náuticos, esquí acuático, natación, buceo, pesca y caza submarina. Allí hay, además, esteros donde se pueden apreciar hermosos bloques boscosos acuáticos a base de mangle, accesibles en paseos embarcados. Frente a la playa se encuentra la isla del amor, rodeada por exuberantes manglares.
Siguiendo camino hacia el sur se ubican las playas El Bendito, con su pintoresco pueblito de pescadores;Hermosa, con pequeñas olas que rompen a 40 o 50 metros mar adentro; La Cruz, mucho más concurrida que sus vecinas, sitio donde Pizarro estancó la Cruz de la Conquista en 1532; y Grau, a 23 kilómetros de Tumbes, con aguas tranquilas y fina arena.
Al avanzar aún más hacia el sur empiezan a surgir los balnearios más populares. Zorritos es uno de ellos, a 28 kilómetros de Tumbes, a media hora en automóvil. Se trata de una playa de arena blanca y fina, de oleaje continuo y aguas cálidas que promedian los 26° C. Es el balneario más concurrido en época de verano, preferido por los turistas nacionales y extranjeros, ya que cuenta con una variada plaza hotelera.
Bocapán se destaca muy cerca, a siete kilómetros de Zorrillos, como un recodo de la costa, con numerosos montículos de arena; y un poco más adelante hacia el sur se encuentran los baños termales de Hervideros, con aguas que surgen en una zona de arcilla muy fina, donde se forma una mezcla de componentes yodados, clorurados y ferruginosos, con propiedades medicinales.
Playa Punta Sal es el otro destino fuerte de Tumbes. A 80 kilómetros de la capital departamental, es una de las playas más hermosas y extensas de la costa norte peruana. Se caracteriza por sus aguas tranquilas y cálidas, con una temperatura promedio de 24° C. La playa se divide en dos: el balneario de Punta Sal Grande y el de Punta Sal Chica, una playa curva y aislada, de arena blanca, que está resguardada por dos pequeñas puntas. Allí se practican el buceo submarino, la pesca de altura, la natación, la pesca deportiva, el windsurf y los paseos a caballo.
En camino hacia el sur, ya en el departamento de Piura, se encuentra Máncora, el balneario de mayor renombre en el norte de Perú. Se encuentra a 187 kilómetros de la ciudad de Piura, a alrededor de dos horas en auto. La playa, ubicada entre las quebradas Fernández y Cunulsa, es ancha y se caracteriza por presentar pequeñas depresiones que dependen de las filtraciones del mar. De aguas tibias y excelente sol, tiene forma de media luna y su superficie está conformada por arena fina de aproximadamente 20 kilómetros de largo y, para los entendidos, con oleaje reef break e izquierda larga semitubular. Ocurre que las olas son uno de los puntos altos de Máncora, perfectas para la práctica en tabla hawaiana y body board. De noviembre a marzo es la mejor época para estos deportes, ya que entran crecidas del norte de hasta de tres metros de altura. Un verdadero paraíso para surfistas.
El público de Mácora suele ser joven, por lo que hay mucha oferta de bares y locales nocturnos, especialmente sobre la avenida Piura, la principal calle de Máncora. El pisco peruano es un clásico aquí, también en los bares ubicados sobre la playa.
Surf Mancora |
Los órganos
Al noreste de Máncora (a 30 minutos en mototaxi, dos horas a caballo, una hora en bicicleta o cuatro horas a pie) se encuentra Poza de Barro, una piscina natural de alta temperatura, con propiedades curativas. También se puede acceder a playa Las Pocitas (conocida como Máncora Chico), a cuatro kilómetros del centro de Máncora, hacia el sur, apropiada para familias y parejas. Vichayito es otra playa cercana, ideal para nadar en aguas tranquilas.
La playa Los Órganos es otra de las grandes paradas que pueden hacerse en el norte peruano. A 175 km de la ciudad de Piura hacia el norte hay una playa larga y ancha, al pie del cerro Peña Mala. Es la otra cara de Máncora, ya que es muy tranquila. Desde allí parten tours de avistamiento de ballenas jorobadas, desde julio hasta octubre.
La ruta costera puede seguir hacia Cabo Blanco, 153 km al norte de Piura, que es una caleta de pescadores y, al igual que Lobitos, es considerada como ideal para la práctica profesional del surf. Sus olas tubulares la hacen muy cotizada entre los amantes de la tabla. Fue muy conocida en la década de los 50, cuando llegaban numerosas personalidades del mundo, desde artistas de cine hasta escritores, como Marylin Monroe y Ernest Hemingway.
Finalmente encontramos Lobitos, 65 km al sur de Máncora, ideal para hacer surf, windsurf y kitesurf, gracias a la calidad de sus olas y a los fuertes vientos. Las aguas de esta playa son frías por efecto la convergencia de la corriente de Humboldt. ambito.com
.