Amazonía peruana en riesgo por planes hidroeléctricos
Viernes 20 de abril del 2012 | 12:18
Un estudio del Centro para la Legislación Ambiental Internacional señala que la construcción de represas en los afluentes del Amazonas podría tener un serio impacto ecológico para toda la región.
Señalan que más del 80% de represas planeadas contribuirían a la deforestación de la Amazonía. (USI)
Un nuevo estudio publicado en la revista científica PLoSONE reveló que el gran número de represas que los gobiernos de Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador y Perú planean construir en los ríos afluentes del Amazonaspodrían tener un serio impacto ecológico para toda la región.
La investigación fue dirigida por Matt Finer, del Centro para la Legislación Ambiental Internacional, con sede en Washington D.C., y evalúa el impacto conjunto de más de 150 embalses que afectarían el flujo vital de los ríos Caquetá, Madeira, Marañon, Napo, Putumayo y Ucayali.
“Los resultados del estudio son muy preocupantes dada la conexión crítica entre las montañas andinas y las planicies amazónicas”, señaló Finer a la BBC. “No parece haber planes estratégicos sobre las consecuencias potenciales de perturbar una conexión ecológica que ha existido durante millones de años”, añadió.
“Cerca del 40% ya están en etapa avanzada de planeamiento, es decir, ya existen procesos contractuales. El número representa un gran aumento, ya que actualmente existen 48 represas con capacidad de más de 2 megavatios (MW) en la Amazonia andina”, aseguró.
“Lo que es crucial destacar es que 53% de las represas nuevas serían de 100 MW o más y esto es un aumento de más de seis veces en el número de represas de gran tamaño. Actualmente, por ejemplo, solo existe un gran embalse de más de 1000 MW en la Amazonia andina, pero hay planes para otros 17”, dijo el científico.
De otro lado, informan que más del 80% de las represas planeadas contribuirían a la deforestación como consecuencia de la construcción de carreteras o la inundación de terrenos.
Finer señala que “la falta de políticas regionales” obedece principalmente a que los proyectos “están siendo evaluados en forma individual antes de ser construidos” y que la trayectoria de los ríos que nacen en los Andes “es compleja y multinacional”.
“Encontramos en los informes oficiales que los gobiernos de Ecuador, Perú y Bolivia, por ejemplo, describen a la energía hidroeléctrica como una pieza central de sus planes energéticos a largo plazo. La demanda doméstica extra proyectada para los tres países es de 7,000 MW adicionales, debido a un mayor uso energético y a esfuerzos para reemplazar centrales termoeléctricas”, señaló el investigador.
“Nosotros les responderíamos a los gobiernos que utilizando un análisis estratégico, podrían identificar mejor y priorizar represas de bajo o mediano impacto y eliminar la necesidad de construir represas de alto impacto”, argumentó.
El estudio recomienda un planeamiento estratégico que evalúe el impacto de los embalses a escalas espaciales mayores, por ejemplo, a nivel de toda la cuenca de un río y sugieren crear un plan estratégico para asegurar que se mantenga el libre flujo de los torrentes desde los Andes hasta la Amazonia.
Finalmente, Finer apuntó que hasta ahora el libre flujo de los seis ríos estudiados prácticamente no había sido afectado; sin embargo, “con la construcción de dos mega represas en el Río Madeira, que ya están casi terminadas, el número de conexiones no afectadas se reducirá a cinco”.
“Y con la variedad de represas planeadas para al menos cuatro afluentes, podría haber solo una o dos vías que fluyen libremente. ¿Cuáles serán las implicaciones en el futuro? Nadie lo sabe”, remarcó.