¿Hasta cuándo los transgénicos?
Científicos del mundo exigen que se ponga fin a la producción de cosechas y productos transgénicos.
Ochocientos científicos exigieron que se ponga fin a la producción de cosechas y productos transgénicos, y reclamaron a las potencias mundiales re-evaluar el futuro de la agricultura y buscar la sostenibilidad en vez de las ganancias corporativas.
El Institute of Science in Society es una organización de científicos mundiales, sin fines de lucro, dedicados a poner fin a lo que ellos llaman “el peligroso experimento GMO”. En su carta abierta al mundo, han destacado por qué los gobiernos necesitan cesar las cosechas genéticamente manipuladas ahora-antes que los efectos se tornen irreversibles en la salud de las personas y la salud de la Tierra en general.Lo hicieron por primera vez hace más de una década, y lo han ido actualizando a lo largo de los años, añadiendo firmas y fechas de liberación. Las potencias globales no han hecho más que ignorar este llamamiento.
La Carta Abierta de Científicos del Mundo a todos los gobiernos llama a “la suspensión inmediata de toda liberación ambiental de cosechas y productos genéticamente modificados, ya sea comercialmente y en pruebas de campo abierto, por al menos cinco años”.
También llaman a revocar y prohibir las patentes sobre organismos, líneas celulares y seres vivos. Dichas patentes (una especie de versión corporativa de “jugar a ser Dios”), amenazan la seguridad alimentaria, sancionan la bio-piratería de conocimientos indígena y los recursos genéticos, violan derechos y dignidades humanas básicas, comprometen la salud, obstruyen la investigación científica y médica y están en contra del bienestar de los animales”.
Y, como ha detallado Anthony Gucciardi de Natural Society, esto sería una mala noticia para Monsanto, siguiendo la decisión reciente de la Corte Suprema sobre su “derecho” a patentar la vida.
Al principio, luego de su primer borrador, en 1999, la carta contaba con poco más de 300 firmas. Desde eso, ha crecido significativamente. A fecha de hoy, el documento cuenta con más de 800 firmas, las cuales representan 84 países diferentes.
“Mientras que Monsanto, la FDA, y distintos entes reguladores nos dicen que no hay nada de qué preocuparse, y que son herramientas seguras para el futuro de la agricultura, un creciente número de prominentes científicos parecen no estar de acuerdo Entonces, ¿quién está escuchando?”, explicita el texto.
La carta fue presentada a numerosos gobiernos y organizaciones, incluyendo las Naciones Unidas, ONU, Commission on Sustainable Development, la U.N. Convention on Biological Diversity, la World Trade Organization, y sí, también el Congreso de los Estados Unidos y compartida en estos lugares, pero parece que nadie está poniendo atención.