Desnuda, sin una pizca de pudor
por Victor Robles Sosa
Desnuda, a la vista de todos y sin una pizca de pudor. Así ha quedado la doble moral de la izquierda al aprobar abierta o silenciosamente el despido abrupto de Aldo Mariátegui del diario Correo. Ha confirmado que, para ella, la libertad de prensa es moneda transable.
Algunos de sus “intelectuales” han tratado de “racionalizar” el evidente atropello contra la libertad de prensa haciendo malabares retóricos patéticos y rebosantes de aversión. Nelson Manrique, por ejemplo, ha insultado a Mariátegui y ha hecho comparaciones ridículas, fiel a la añeja compulsión estalinista de rematar al “enemigo de clase” caído. Me hizo recordar la cruel costumbre senderista del tiro de gracia a sus víctimas.
Manrique agravia la inteligencia al llamar “capitán” de la “prensa basura” a quien es, para su pesar y el de toda la izquierda, el periodista más influyente del país, según todas las encuestas. El lodo le ha rebotado así al columnista del diario favorito de Vladimiro Montesinos, no le llegó a Mariátegui. Manrique ha exhibido una diminuta dimensión humana en este episodio.
Pero es la izquierda la que ha quedado desnuda, en su esencia totalitaria, en este debate. Ha aplaudido la mordaza porque es su vieja amiga, su recurso predilecto cuando tiene el poder. Por eso se calla cuando sus pares marxistas secuestran la libertad de prensa en Cuba, Ecuador, Venezuela, Argentina, Bolivia, Corea del Norte, Nicaragua, etc. Son cómplices.
Si alguien duda qué suerte correría la prensa peruana si Manrique y sus amigos llegaran al poder le recomiendo que lea en Lampadia.com el informe sobre la mordaza a los periodistas de Celendín, Cajamarca, impuesta por los marxistas anti mineros.
¡Ay del periodista celendino que se atreva a criticar a los cabecillas anti mineros! ¡Ay del que informe distinto que los radicales anti inversión! Esto es lo que les espera: Primero una avalancha de insultos desde los medios parametrados por los rojos, luego una turba ataca el medio donde trabaja o su casa, lo sacan a la fuerza de donde esté, lo humillan y lo azotan en público, en un “juicio popular” lo declaran “traidor”, por último lo amenazan a él y a su familia, obligándolo a retirarse de la localidad.
Esta es la “libertad de prensa” según la izquierda. Es lo que hacen, cuando tienen poder, Patria Roja, Tierra y Libertad, el Sutep, los terroristas del MRTA y de Sendero, las ONG de “derechos humanos” y las “ambientalistas”, todos juntos. Es lo que hacen hoy en Celendín. Con tremendo rabo de paja, aquella ni sus “intelectuales” tienen autoridad moral para proclamarse “genuinos” intérpretes de la libertad de expresión. Son los amos de la mordaza.
En cuanto al despido de Mariátegui, se ha confirmado que el estratega de campaña de Susana Villarán, el brasileño Luis Favre, dijo hace poco que para salvar a su patrocinada de la revocación había que “neutralizar” al periodista más influyente del país. Ergo, a Aldo no lo echaron, lo han “neutralizado” nomás.