Cuestionamientos al faenón de renovación del contrato con Telefónica
Sobre la infame renovación del contrato de telefonía móvil con Telefónica, el portal Gato Encerrado presenta algunas observaciones que ayudan a entender lo descarado de esta operación, la cual huele a aceitadas gigantescas:
El ministro Paredes informó sin ruborizarse que Telefónica del Perú había aceptado "todos los términos y condiciones establecidos para la renovación y que al haberse aceptado las condiciones se procedería renovar por 18 años y 10 meses":
1. Tarifa social para telefonía móvil para un millón de beneficiarios de los programas sociales y servidores públicos que trabajan en áreas rurales.
El ministro Paredes parece ignorar que en el Perú los más pobres cuentan con celulares prepago. De los 20 millones de usuarios de Telefónica, cerca de 18 millones se trata de contratos prepago. Es decir, los más pobres compran su celular y luego lo recargan de minutos compran las abusivas tarjetas de Movistar, en las que la tarifa supera los S/ 2.00 por minuto. ¿De qué tarifa social habla entonces el ministro Paredes?
2. Ampliar la cobertura en 409 capitales de distritos, con lo que se alcanzaría el 100% de las capitales distritales con cobertura móvil).
Este ofrecimiento no parece ser una ventaja para los usuarios porque todas las empresas tiene el interés en ampliar su red para mejorar sus ingresos y, por cierto, sus utilidades.
3. Acceso gratuito a internet satelital en entidades públicas de localidades rurales.
Otro conejo que saca del sombrero el ministro Paredes que gatoencerrado ya lo había pronosticado hace siete meses.
El mejor regalo a los usuarios de internet es ampliar la banda y ofrecer una tarifa más baja, Como la tarifa plana de U$ 10 que Telefónica ofrece en España. ¿Por qué en el Perú hasta hoy Telefónica (Movistar) se niega a brindar tarifa plana y más bien embauca a los usuarios endilgándoles diferentes planes tarifarios que eluden la tarifa plana?
4. Acceso a 37 distritos fronterizos, ampliando la cobertura hasta el 100% de los distritos fronterizos.
Otro dislate. La ampliación de la cobertura del negocio es la razón de ser de los empresarios. Lo que Peredes debería exigir es que se mejore la calidad del servicio, con un compromiso de aumentar significativamente el número de torres instaladas por Telefónica. La empresa más sancionada por OSIPTEL hasta la fecha es Telefónica.
5. Acceso gratuito a internet de banda ancha a entidades estatales en aquellos lugares donde actualmente hay fibra óptica.
Otro saludo a la bandera similar al punto 4.
6. Participación en el proyecto de comunicaciones para conectar la selva peruana.
Ídem.
7. Transporte de imágenes de cámaras de videovigilancia.
Ídem.
El Ministro Paredes en su conferencia de prensa no señaló nada relacionado con un pago por la renovación de la licencia; sin embargo, valorizó estos servicios en 3 mil 20 millones de soles. Un cálculo sin ninguna base.
Paredes había señalado en el mes de diciembre que “había presentado términos y condiciones y que estaba corriendo el plazo para que la empresa emita su respuesta”.
Sin embargo, ahora queda claro que Paredes no ha solicitado que Telefónica pague los US$ 830 millones que recomendó el expresidente de OSIPTEL Guillermo Thornberry en 2011. Tampoco, por cierto, que Telefónica se comprometa a la construcción de un número determinado de torres para mejorar la calidad de servicio de sus 20 millones de usuarios, ni tampoco que cumpla con la deuda tributaria por S/. 2,300 millones por hacer uso indebido del IGV.
Paredes, para esconder su blandura con Telefónica del Perú, argumenta que el documento final incluye la exigencia de proveer el servicio de telefonía móvil a un precio económico en todos los distritos y zonas alejadas.
El consultor en telecomunicaciones Carlos Huamán dijo que al inicio de las negociaciones, Telefónica ofreció cero y el gobierno exigió el pago US$830 millones para la renovación, pero esto ahora ya no es así.
Todo indica, lamentablemente, que el gobierno desechó la valorización que hizo OSIPTEL de los tres contratos de espectro radioeléctrico, por US$830 millones, y aceptó el "cero" de Telefónica, pues nunca Paredes expresó sobre alguna cantidad que Telefónica tendría que pagar al Estado por la renovación. Aparentemente Telefónica sólo asumirá compromisos de inversión.
Es decir, un saludo a la bandera porque todas las empresas invierten para maximizar sus ingresos. En el año 2012 Telefónica ha obtenido utilidades por US$ 300 millones. Dicho de otra manera, en 18 años 10 meses, en un escenario estático de ganancias, por los menos se beneficiará con US$ 5,500 millones. Y ni así, el ministro Paredes se ha tomado la molestia de intentar cobrar los US$ 830 millones (16% de los US$ 5,500 millones) que había planteado Thornberry.
En Ecuador, por una renovación similar en el año 2,010 Telefónica pagó US$ 220 millones y sólo se trataba de dos millones de usuarios. (En el Perú, Telefónica cuenta con 20 millones de clientes en telefonía celular.)
Telefónica solicitó la renovación de tres contratos de concesión para poder operar la telefonía móvil. El primer y el segundo contrato para Lima y Callao corresponden a las bandas de 800 y 1.900 Megahertz (MHz), respectivamente, y vencieron en mayo y junio del 2011, en cada caso. Mientras que el tercer contrato, en la banda de 800 MHz fuera de Lima y Callao, venció en febrero de 2012.
Al conocer la sorpresiva noticia de la renovación a Telefónica, el congresista Yohnny Lescano planteó la interpelación del ministro Carlos Paredes.
Publicado el Lunes, 21 de enero de 2013