¿Quién debe irse a la punta del cerro?
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| Foto Referencial por Alfonso Baella Herrera / @alfonosobaella "Lo que vemos es un Primer Ministro silente frente al terrorismo, un Ministro de Defensa pensando más en irse si indultan a Fujimori y un presidente sin un mensaje claro" "El cuarto ministro de defensa no ha resultado ser ni el implacable perseguidor de terroristas ni el articulador de una estrategia coherente" "Es inconcebible que las hordas terroristas de los “Quispe Palomino” operen en un cuasi territorio liberado y que, peor aún, pongan en riesgo la seguridad energética del país" |
Hace unos días el presidente respondió a la pregunta insistente de un grupo de periodistas sobre el indulto al ex presidente Fujimori diciendo: “como me vuelvan a preguntar eso los mando a la punta del cerro”. El buen humor sorprendió a los periodistas que festejaron con algunas risas la graciosidad presidencial. El presidente reacciono así, con impaciencia, con hartazgo y con mortificación a la presión, por lo demás natural, de quienes formulan las preguntas que la gente se hace en la calle. Es muy posible que, en estos días, la prensa nuevamente incomode al presidente; esta vez, en relación al tema de la defensa nacional y la lucha antisubversiva que parece desbordarlo.
Los hechos, en realidad, no le ayudan a construir un liderazgo en el sector mas difícil, y con menos resultados, que tiene su gobierno. Pero es mucho más que ello. El cuarto ministro de defensa no ha resultado ser ni el implacable perseguidor de terroristas ni el articulador de una estrategia coherente ni el comunicador necesario que las circunstancias demandan. Nadie dice que lo que ocurre en el sector defensa sea fácil y que puede acometerse sin cuidado extremo, pero no estamos ni al principio del gobierno ni en una cartera que estrena dificultades.
Defensa es el tema más complejo hace rato. Los 36 trabajadores secuestrados en abril, la casi veintena de muertos en la zona, el lamentable operativo, aún no terminado de aclarar, en Ranrapata –junto a la niña Soraida muerta y la teoría del perro senderista- y la reciente destrucción de 3 helicópteros usados por la empresa TGP en el aeropuerto de Kiteni muestran que algo muy grave ocurre, que no hay ideas y menos un camino. Es inconcebible que las hordas terroristas de los “Quispe Palomino” operen en un cuasi territorio liberado y que, peor aún, pongan en riesgo la seguridad energética del país.
Imaginamos que hay en algún lugar una estrategia y que parte de ella es generar en la opinión pública la sensación de seguridad y de avance pero ¿Quién es el encargado de generar, precisamente, esa sensación?¿Quién, en última instancia, debe conducir a la opinión pública para buscar la unidad, el respaldo y la conciencia sobre lo que se está haciendo? Lo que vemos es un Primer Ministro silente frente al terrorismo, un Ministro de Defensa pensando más en irse si indultan a Fujimori y un presidente sin un mensaje claro, frente a la subversión, que se sustente en hechos. La pregunta que la gente ahora se hace en la calle y con razón es: ¿Quién debe irse a la punta del cerro?
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