Gregorio Santos miente a fiscal que lo investiga por homicidio
Pese a evidencias de fotografías, niega haber visto en el juicio popular a Petronila Vargas, agraviada e hija de víctima. Para el titular regional, su denunciante está siendo utilizada políticamente por sus adversarios
24 de noviembre de 2005: Santos (gorro rojo) observa a Petronila Vargas (blusa roja) en juicio popular. (Difusión)
El presidente regional de Cajamarca, Gregorio Santos, denunciado por presunto secuestro y tortura en agravio de Petronila Vargas Santa Cruz, negó el martes último ante el fiscal Miguel Cadenillas, de la Segunda Fiscalía Provincial Penal de San Ignacio, haberla visto en el juicio popular que él dirigió contra la mujer el 24 de noviembre de 2005.
“…en ningún momento vi físicamente a la señora Petronila Vargas, pero sí escuchaba que dicha persona se encontraba presente”, dijo Santos en su manifestación ante el referido representante del Ministerio Público en el despacho de este, en San Ignacio.
Sin embargo, la afirmación de la autoridad regional se contradice con las fotografías tomadas aquel día en que se efectuó la reunión de los ronderos en el Centro de Acopio del distrito de Huarango.
En estas imágenes, obtenidas por Perú21, se aprecia a Santos dirigiendo la reunión, junto con otros ronderos, y observando y escuchando a Vargas (ver foto).
El actual titular cajamarquino y promotor antiminero participó en ese polémico encuentro, en su condición de secretario de Educación y Cultura de la Federación Regional de Rondas Campesinas.
Cuando el fiscal Cadenillas ordena que le muestren a Santos las fotografías en mención, este declara que conoce a todos, menos –justamente– a Petronila Vargas. La pobladora, según su denuncia y testimonios del pasado 27 de marzo y 16 de mayo, fue secuestrada el 30 de octubre de 2005, acusada de ser la promotora, al igual que sus padres y su hermano, de la muerte de cuatro miembros de una familia.
SECUESTRADA 68 DÍAS
Vargas permaneció raptada 68 días, tiempo en que fue sometida a diversos vejámenes físicos y sicológicos, y presionada para que se autoinculpara.
En tanto, su madre, Genoveva Santa Cruz, y su hermano Alfonso Vargas fueron liberados a los tres y cuatro días, respectivamente, posteriores al secuestro del 30 de octubre de 2005.
Su padre, Eliseo Vargas Mondragón, a quien los ronderos secuestradores buscaban intensamente, apareció muerto el 25 de noviembre de 2005 –un día después del juicio popular– en la localidad de Bellavista, mientras que su hija permanecía cautiva en manos de los ronderos. Vargas Mondragón estaba atado con alambres y bajo un montículo de arena. Por este hecho, la fiscalía también acusa a Santos por homicidio.
Preguntado por el fiscal para que explicara cómo se decretó la muerte de Eliseo Vargas en el juicio popular, Santos dijo: “Rechazo estas declaraciones porque no se ajustan a la verdad; además, la señora (Petronila Vargas) viene siendo utilizada políticamente por mis adversarios para dañar mi imagen (…)”.