Victor Isla - "Nueva presidencia, viejas prácticas" por Juan Carlos Valdivia - gatoencerrado.net |

 Algunas sorpresas de la presidencia del Congreso de Víctor Isla

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Nueva presidencia, viejas prácticas

por: Juan Carlos Valdivia


Parece ser una buena noticia el timón del Legislativo en manos de Víctor Isla, porque da la impresión de que está dispuesto a recuperar las viejas maneras parlamentarias. Por lo pronto, el debate de largas horas para el otorgamiento de facultades al Ejecutivo fue un cambio positivo que recupera  la práctica parlamentaria de la palabra, en el que los nuevos legisladores deben entrenarse.  Ello por cuanto el Parlamento ha ido perdiendo en respeto a las viejas tradiciones y entrando en una lógica reglamentarista y de consensos, cuando lo que debe primar es la confrontación de ideas, como forma de lograr un correcto control político.  En el gobierno de transición, don Carlos Ferrero Costa logró que en el Parlamento se privilegie el consenso, situación harto comprensible dada la situación por la que atravesaba el país. Así, impuso la tesis de compartir la Mesa Directiva entre todas las fuerzas políticas y de repartir la presidencia de las comisiones entre todas las representaciones parlamentarias, con exclusión en ese momento del fujimorismo.  Esta tesis se sostuvo durante el Gobierno de Alejandro Toledo y buscó mantener una situación de tranquilidad, la consolidación democrática y la gobernabilidad. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos por el consenso, no hubo mucho cambio en el Reglamento del Congreso, porque todos se sentían cómodos con las prácticas que protegían al Ejecutivo y a la mayoría parlamentaria de las acciones de control.

Si Víctor Isla quiere recuperar el prestigio del Congreso debe basar su trabajo en tratar de respetar las viejas tradiciones parlamentarias, pues ello garantizará que la democracia se vaya fortaleciendo.  Por ejemplo, era una práctica congresal otorgarle la presidencia de la Comisión de Relaciones Exteriores al presidente saliente del Congreso. Esto les permitía a los ex presidentes mantener una posición de cierto privilegio y tener al mando de un grupo importante a un político con buenas nociones de la cosa pública. Esta práctica, que ha sido abandonada, debería retomarse. Otra que se ha dejado de lado es la de otorgar la presidencia de la Comisión de Fiscalización a un grupo de oposición. Ello ocurría desde el año 2001 y se mantuvo a medias durante el Gobierno aprista, en donde fue otorgada a Unión por el Perú, que no fue de oposición precisamente.

Así, en la presidencia de las comisiones debería privilegiarse –como era antes- la especialización sobre la proporcionalidad entre agrupaciones políticas y la rotación entre parlamentarios. Son funciones que requieren de cierto grado de especialización y se ha dado el caso de que hay distinguidos profesionales que debieron ceder su lugar a inexpertos que ni siquiera conocen el materia.  Y en el tema de control político, debería cederse paso a la inmediatez en las interpelaciones antes que ese insulso reglamentarismo que obliga a que la convocatoria a un ministro se pierda en el tiempo, pasando semanas y erosionando el sentido político de la acción de control. Isla ha dado una buena señal al aprobarse la interpelación a la ministra de Educación con cierta prontitud.

Otra buena práctica parlamentaria que debería retomarse, es la “estación de preguntas”, momento en el que los congresistas pueden debatir con los ministros en el Pleno. Se trata de una institución que no ha tenido mucha fortuna, pero que quizás debiera restablecerse aligerándola de burocratismos innecesarios. Isla ha dado también un grato anuncio al señalar que habrá una agenda parlamentaria, tal como lo indica el Reglamento del Congreso, donde se señalarán, de acuerdo con el Ejecutivo algunos temas prioritarios en esta Legislatura. 
La presidencia de Víctor Isla podría resultar siendo toda una sorpresa.  Se le nota ponderado en la conducción del debate, pero con la suficiente “muñeca” –en momentos decisivos- para momentos decisivos, como en su ya famoso voto dirimente. Si recupera el viejo parlamentarismo, entonces quizá sí veamos que el Congreso vuelve a ser el centro del debate político.



Publicado el Jueves, 16 de Agosto del 2012