Luis Arce
El gobierno de Alejandro Toledo sigue hundiéndose en un pantano de corrupción que prueba la certeza de nuestra denuncia anterior en el sentido que el Estado, a pesar de la caída de la mafia fujimorista, sigue siendo un botín que sirve para enriquecer bribones y mafiosos. Recientemente un medio de comunicación del Perú, descubrió que Eliane Karp, esposa de Toledo y "primera dama" del país recibe 10 mil dólares mensuales por "asesorar sin compromiso alguno" un banco privado de Lima, que en la época de Fujimori se encargaba de blanquear y trasladar al extranjero la fortuna de Vladimiro Montesinos.
Eliana Karp, que las burbujas del éxito electoral de su marido la llevó a creerse la reencarnación de Mama Ocllo (madre del imperio de los Incas), aparece ahora como "consultora" para "temas agrícolas" del dudoso banco Wiese. Según voceros del banco, la "primera dama de la República", recibe de dicha institución la suma de 10 mil dólares al mes desde el año 2001. Lo que en Perú nadie puede explicarse es cómo hace la señora Karp para desempeñarse como "consultora" de este banco, y al mismo tiempo dedicarse 22 horas al día para "trabajar gratuitamente por los pobres del país" como lo ha dicho ella en repetidas oportunidades. ¿A quién estafa entonces al banco o al Estado?.
El banco Wiese fue la institución que desde 1990 hasta el año 2000 se encargaba de blanquear y trasladar la fortuna de Montesinos a bancos suizos y de otros países. Custodio Poémape, en aquel entonces, gerente de este banco y actualmente juzgado por sus vínculos con la mafia del gobierno anterior se convirtió en el banquero personal de Vladimiro Montesinos. Fue este banquero él que en nombre del banco Wiese envió una carta a instituciones bancarias de Europa y de otros continentes recomendando la "gran solvencia moral y económica" de Montesinos, y señalando que "éste era "un cliente preferencial" del Wiese.
¿Inocencia de la señora Toledo para vincularse al banco Wiese?. Aquí no hay ninguna inocencia o casualidad. La relación Wiese-Karp expresa el grado de corrupción que alcanza actualmente el gobierno de Alejandro Toledo. Refleja también la catadura moral de aquellos que como la mujer del presidente usan el poder del Estado para lograr beneficios personales. Una vez que Toledo se instaló en palacio de gobierno la señora Karp se declaró por cuenta propia jefa suprema del Despacho Descentralizado, que según ella tenía como objetivo favorecer a los campesinos andinos a través de proyectos de desarrollo agrícola. Es este alto cargo que ella aprovecha y utiliza delincuencialmente para vender al banco Wiese sus "servicios" de "consultora en asuntos agrarios".
De otro lado, el Banco Wiese ducho en tratar con mafias, sabe que los 10 mil dólares que entrega mensualmente a la "primera dama" es una inversión que la recuperará con creces en el terreno económico y político. La relación laboral entre la primera dama y el Wiese es una recompensa no a los servicios profesionales de la señora Karp, sino más bien un pago (léase coima) al poder político que la mujer del presidente de la República representa. Por ello no resulta una casualidad que el actual gerente general del banco Wiese, Eugenio Bertini siga libre y no en prisión como debería estar. Bertini tiene varios varias acusaciones penales, cuyos cargos tienen que ver con su participación directa con la mafia dirigida por Fujimori y Montesinos. Bertini, actual patrón de la señora Karp es intocable, y a pesar de estar incurso en graves acusaciones en la que se involucran cientos de millones de dólares del narcotráfico, del chantaje y de la corrupción en el Estado, sigue libre y dirigiendo el banco Wiese.
Una mujer cínica y mentirosa
A parte del hecho corrupto que encierra la relación banco Wiese-Eliane Karp, muestra el cinismo y la facilidad para mentir de esta mujer. En diversas oportunidades ha convocado a los medios de comunicación para propagandizar sus cualidades de mujer que sacrifica su vida por el país. En esa dirección repitió y repitió que había abandonado cualquier actividad profesional y que no contaba con ningún ingreso aparte del sueldo (18 mil dólares mensuales) de su marido presidente. Recientemente, el 14 de enero de este año (cuando ya estaba recibiendo su jugoso sueldo del banco Wiese), la señora Karp declaró públicamente que trabajaba junto con el presidente sin cobrar ninguna remuneración y que para vivir sólo contaban con el sueldo presidencial de Toledo. Veamos en sus propias palabras su cinismo para mentir en público:
"...Sepan que estamos trabajando para ellos 20 horas al día, en mi caso en forma ad honórem, pero es necesario que pongan el hombro... es la primera vez en mi vida que no soy una profesional remunerada y para mí es un problema serio de autoestima (risas). Sí, pues, tengo que pedirle dinero a mi esposo Alejandro por primera vez en mi vida y eso me causa problemas. (14/01/2002)
Bajo el mismo estilo, el año 2001 cuando ya era la "primera dama" del país, y cuando ya saboreaba los dólares del banco Wiese, buscó la prensa para decir que no contaba con ninguna remuneración personal. El l 5 de noviembre del año 2001 señalo lo siguiente: "El Presidente también trabaja las 24 horas del día y no cumple ninguna otra labor. Nosotros no tenemos actividad privada. Por ejemplo, yo tuve que dejar de trabajar". Un mes después repitió el mismo cuento en una entrevista(23 de diciembre 2001) a el diario El Comercio, afirmó que por su responsabilidades al lado de Toledo había dejado su trabajo privado y que la familia presidencial dependía del sueldo presidencial. Veamos esto a través de las propias palabras de esta mujer: "Los dos venimos del sector privado y los dos trabajábamos. Yo he tenido que dejar de trabajar. Alguien tiene que mantener la familia. En este caso, es un sueldo de la familia con el que se mantiene todo..."
